La Orden de los Pobres Caballeros de Cristo, comunmente conocida como los Caballeros Templarios, fue una de las más famosas órdenes militares cristianas. Esta organización se mantuvo activa durante poco más de dos siglos. Fue fundada por nueve caballeros franceses liderados por Hugo de Payens tras el término de la Primera Cruzada (1118). Su propósito original era el de proteger las vidas de los cristianos que peregrinaron a Jerusalén tras su conquista.

Aprobada de manera oficial por la Iglesia Católica en 1129, la Orden del Templo creció rápidamente en tamaño y poder.Los miembros de dicha orden se encontraban entre las unidades militares mejor entrenadas que participaron en las Cruzadas. Los miembros no combatientes de la orden gestionaron una compleja estructura económica a lo largo del mundo cristiano, creando nuevas técnicas financieras que constituyen una forma primitiva del moderno banco, y edificando una serie de fortificaciones por todo el Mediterráneo y Tierra Santa.


El éxito de los templarios se encuentra estrechamente vinculado a las Cruzadas; la pérdida de Tierra Santa derivó en la desaparición de los apoyos de la Orden. Además, los rumores generados en torno a la secreta ceremonia de iniciación de los templarios creó una gran desconfianza. En 1307, el Papa Clemente V Beltran de Goth y el rey de Francia Felipe IV "El Hermoso", ordenan la detención de Jacques de Molay bajo la acusación de sacrilegio contra la Santa Cruz, simonía, herejía e idolatría. Molay confesó bajo tortura, aun cuando con posterioridad se retractó, y por ello en 1314 fue quemado vivo frente a la Catedral de Notre Dame, donde se retractó públicamente de nuevo de cuantas acusaciones se había visto obligado a admitir, proclamó la inocencia de la Orden y, según la leyenda, maldijo a los culpables de la conspiración:

« Malditos, seréis todos malditos, hasta la decimotercera generación»


En el plazo de un año, dicha maldición se cumplió con la muerte de Felipe IV y de Clemente V.

Y a que todo esto, os preguntareis. Pues bien, resulta que 700 años después, La Asociación Orden Soberana del Temple de Cristo, que asegura ser la heredera de los míticos templarios, ha presentado una demanda contra el Papa, al que exigen la rehabilitación de la orden, suspendida por Clemente V, así como el reconocimiento de sus bienes incautados, valorados en 100.000 millones de euros.

La demanda, interpuesta en los Juzgados de Madrid contra el Santo Padre por vía de la Nunciatura Apostólica en España y que ha sido contra la persona física del Papa Benedicto XVI como sucesor de Clemente V, y no como jefe del Estado del Vaticano, deja claro que los actuales templarios no desean la restitución patrimonial de lo expoliado en el siglo XIV.

La justicia en España es lenta, pero si han esperado 7 siglos...

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