Ayer salto la noticia:

Unos ejercicios militares en la finca La Platera ocasionan un gran revuelo entre los vecinos de la urbanización El Candado. Desde el lunes, la tranquila zona residencial ha convivido con la presencia permanente de soldados y vehículos del Ejército frente a sus viviendas.


Pudiera parecer lógico e incluso normal si esta situación hubiera venido acompañada de algún tipo de explicación. No digo por parte del Ministerio de Defensa, faltaría más, pero sí de manos del general al mando.

Pero ¿qué tipo de explicaciones puedes esperar cuando ni la policía municipal estaba al tanto de lo que pasaba?

«Perdone, ¿esto para qué es?» Francisco Javier Gutiérrez se dirige a uno de los cuatro soldados que está apostado en la entrada de la zona donde se desarrollan las prácticas. «¡A ver si nos van a bombardear y tenemos que salir corriendo!», bromeaba. Minutos después, un responsable militar se acercó al puesto de control. Declinó dar explicaciones y se limitó a pedir que las preguntas se dirigieran al alto mando del Estrecho y que no se hicieran fotos.


Los residentes critican que la falta de información ha motivado una alarma innecesaria, que incluso ha causado un aluvión de llamadas a la Policía municipal. «Esta es una urbanización privada y aquí nadie sabía nada. Tenían que habernos informado» reclamó un propietario.


Ciertamente no deja de ser una anécdota, aunque si es verdad que el sobresalto llega apenas una semana después de que otras maniobras militares, esta vez por aire, ocasionaran un fuerte estruendo -al superar dos cazas la velocidad del sonido- que sobrecogió a cientos de miles de ciudadanos de la capital y de una decena de municipios de la provincia de Málaga. Si no era suficiente con un simulacro aéreo, ahora también, por tierra.

Me gustaría no caer en el machismo fácil pero creo que algo falla y en alguien recae toda la responsabilidad. La web del Ministerio de Defensa reza, y cito textualmente:

"la política de defensa tiene por finalidad la protección del conjunto de la sociedad española, de su Constitución, de los valores superiores, principios e instituciones que en ésta se consagran, del Estado social y democrático de derecho, del pleno ejercicio de los derechos y libertades, y de la garantía, independencia e integridad territorial de España(...)"


Es decir, o en Málaga no formamos parte del conjunto de la sociedad española, o revolucionar primero a una provincia entera y después a un barrio de la misma no es razón para crear cierto estado de alarma y nerviosismo.

Yo me pregunto, quizá avisar a toda la extensión de una provicia de que dos Eurofighters van a hacer maniobras sobre el territorio con alta probabilidad de traspasar la barrera del sonido y lo que ello conlleva fuera harto difícil. Sobre todo teniendo en cuenta que vivimos en una sociedad donde dependemos de palomas mensajeras, unos pajarracos muy asustadizos. Pero ¿alertar a una sola urbanización de que una mañana al despertar tendrían la calle tomada por carros blindados y cañones de 6 metros también lo era?

Continúo citando textualmente:

Al Ministro de Defensa le corresponde el desarrollo y ejecución de la política de defensa.


Lo de los aviones fue a primera hora, la invasión de El Candado fue a primera hora. Se comprende que quizá la criatura tuviera hambre y Carme Chacón prefiriera anteponer sus labores como madre a las de ministra.

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