El canal de noticias Globonews explicó que cuando los familiares estaban velando al recién, éste comenzó a llorar, por lo que fue llevado al hospital, donde ya nada se pudo hacer por salvarlo.

A pesar de que en el centro médico se insiste en que el procedimiento para certificar la muerte del bebé cumplió las normas, las declaraciones de una trabajadora de la funeraria encargada de recoger el cuerpo del niño desataron sospechas y la Policía Civil del estado abrió una investigación.

La mujer aseguró a la prensa que vio que el bebé suspiraba cuando todavía estaba en el hospital y se lo dijo a una enfermera, que le respondió que aquello era normal.

Pero insatisfecha con esa explicación, la mujer dejó abierto el ataúd y no taponó la nariz del niño con algodón, como debía hacer.


La Vanguardia

No tiene mucho que ver, pero esta noticia me ha recordado a cierto relato que leí en su día y me impactó bastante. No es muy largo, así que recomiendo que os animéis a leerlo. En ciudad seva está publicado al completo.

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