Eso de que los cerdos no pueden volar es de dominio público, sin embargo, quién iba a imaginarse que saben tirarse de cabeza a las piscinas. Más que de cabeza es un salto de pezuñitas, pero nadie puede negar que si de algo van sobrados, es de estilo:
Se trata de una tradición que se lleva a cabo cada año desde 1848 en Melbourne, consistente en carreras de chanchos y lo que ellos llaman con orgullo "pig diving".
Espero que estos deportistas disfruten de una mejor alimentación que sus congéneres norteamericanos, es lo menos que se merecen después de un día de saltos con carrerilla.
PS: ¿Por qué Melbourne no tiene gentilicio en español? .__.
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