Ya iba echando de menos el pasto, por lo que parece, así que Two-penny ha decidido hacer una ruta de senderismo con un amigo que ha hecho por aquellos lares. No ha dejado muy claro como se llama, tan sólo sabemos que es un castor.







El recorrido son seis horas a pie, pero según cuenta las vistas merecen la pena.

Hay abundantes troncos, ideales para una presa, y el pasto a esa altura es verde y muy fresco. Tan fresco, tan fresco que incluso en los linderos del camino había hielo de cuando sus antepasados tenían pelito

Aún así ha sido duro y de vuelta se ha metido derecha en la tienda a descansar.

Supongo que mañana acrecentará más mi envidia y mis ganas de descansar con más fotos de interesantes parajes.

1ª estapa, 2ª etapa, 3ª etapa

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