Cuando el jugador de baloncesto Michael Jordan hacía un alley oop estaba contribuyendo, sin saberlo, al calentamiento global. La cámara de aire de sus Nike Air estaba rellena de hexafluoruro de azufre (SF6), un gas con un potencial de efecto invernadero 24.000 veces superior al del CO2. Un kilogramo de hexafluoruro equivale a las emisiones de CO2 de un coche en un trayecto de 160.000 kilómetros. En la actualidad, este gas letal para el medio ambiente no se utiliza en las zapatillas deportivas -ni para rellenar pelotas de tenis o neumáticos, otras de sus utilidades durante muchos años-, pero se sigue empleando en el sector eléctrico, como aislante en los equipos de corte de alta tensión.

Vía publico

1 comentarios:

aircriss89 dijo...

Es algo bastante curioso de ver, pero demasiado contaminante segun dice dicha noticia, pero es algo asombroso ver como "flota" el papel de aluminio